Damaris Hurtado Pérez vio: Creemos que estos han sido los 8 peores errores de casting en Game Of Thrones ¡Conócelos!

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Perdón, hay justificación para asumirlas así.

 

Kit Harington como Jon Snow: Kit no es un actor terrible, de hecho, lo amamos tanto como la mayoría de los fanáticos de la serie. Su actuación definitivamente ha mejorado en el transcurso de todas las temporadas, pero si hubo un actor que los creadores de Game of Thrones tuvieron que clavar fue Jon Snow.

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El retrato de Harington de Snow en las primeras temporadas era especialmente de madera y podía inclinarse a ser algo molesto, un rasgo que realmente no coincide con el Jon Snow del libro. Mientras que algo de esto puede ser la culpa de los escritores, hay un dicho entre los actores de que un gran actor puede hacer cualquier papel. Lo que nos da Harington es una actuación pasiva, aunque eso es lo último que deberíamos estar recibiendo de este personaje.

Cuando George RR Martin concedió los derechos de la historia a David Benioff y DB Weiss, el escritor decidió dejarlos hacer el show una vez que le respondieran correctamente “¿Quién es la madre de Jon Snow?”. El actor que interpretaría al Rey del Norte necesitaba no sólo ser bueno, sino grande.

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Dean-Charles Chapman como Tommen Baratheon: No es pésimo su desempeño, sin embargo, la actuación un tanto torpe de Chapman se presta naturalmente al papel, pero también hay mucho más que podría haber dado un rey adolescente atrapado entre tantas tramas. Lo que nos queda en última instancia es un rendimiento que muestra a Tommen como un personaje nervioso, fuera de su profundidad en cada escena y no mucho más allá de eso.

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Sibel Kekilli como Shae: La Shae de Martin no tiene nada que ver con la Shae de la serie de TV, que de hecho le da a Sibel Kekilli mucho trabajo que no existía en su homólogo literario. Aunque Kekilli es una actriz de gran talento (ha ganado dos Lolas, el premio más prestigioso de cine alemán), es posible que haya sido más adecuada para la Shae más fría de los libros que para la versión que vemos en la pantalla chica.

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El resultado es una actuación bastante plana y sin emoción que a menudo se sentía en desacuerdo con el material, específicamente su relación con Tyrion.

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Isaac Hempstead Wright como Bran Stark: De todos los personajes en el show, Bran Stark podría ser uno de los más difíciles de llevar, nadie puede negar que Isaac Hempstead Wright ha hecho un trabajo admirable. Sin embargo, la pubertad se ha convertido en un problema para varios personajes en el programa, especialmente para Wright.

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Su representación de Bran se sintió perfecta en las primeras temporadas, ya que daba vida a un niño muy pequeño (de siete años según el libro), pero simplemente no se siente como una actuación fuerte a medida que crece. Sin duda, ésta es la transformación natural de todo actor infantil, pero desafortunadamente el Bran de Wright perdió un poco el atractivo. 

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Michiel Huisman como Daario Naharis: Michiel asumió el papel de Daario Naharis a partir de la cuarta temporada del programa, y se siente como uno de esos casos desafortunados de un buen actor en un mal casting. 

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El personaje de Daario tiene un carisma diabólico, pero la representación cautelosa de Huisman es mucho más reservada y a veces plana. Muchos lectores de libros han notado que la primera representación del personaje hecha por Ed Skrein (quien más tarde abandonó el programa debido a problemas tras cámaras) era más cercana al libro: un guerrero arrogante y carismático. Huisman se siente como el guerrero genérico, alto, oscuro y guapo, pero sin personalidad.

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Gemma Whelan como Yara Greyjoy: El problema con Yara Greyjoy en Game of Thrones no es enteramente culpa de la actriz Gemma Whelan. Después de todo, su personaje y toda la historia de las islas de hierro ha tenido una tendencia a caer al fondo lejano de la serie antes de obtener la atención primetime en la sexta temporada.

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Para ser un personaje que se supone que encarna una ferocidad digna de una aspirante a reina, Whelan simplemente no logra plasmar esa tenacidad. En su lugar, vemos en un personaje suave que no parece exactamente el de una reina, a quien no le importa qué dicen los demás. 

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Keisha Castle-Hughes, Jessica Henwick y Rosabell Laurenti Sellers como las Sand Snakes: En un show repleto de personajes grandes y pequeños, las Sand Snakes son minúsculas.

El diálogo de ellas era a menudo risible, la coreografía de lucha era terrible (con la edición de no hacer nada para ocultarlo), y toda la línea de trama simplemente no se sentía en absoluto importante o tono al resto de la serie. Dicho todo esto, el casting era importante aquí y los actores correctos podrían haber sido capaces de inyectar un sentido de peligrosidad en los papeles. Tal como está, es imposible creer una sola cosa sobre las serpientes de arena, y mucho de eso lamentablemente cae sobre los actores.

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Lino Facioli como Robin Arryn: Lino Facioli ha representado con éxito a Robin como el príncipe atrofiado y petulante, sin embargo, sólo se ha quedado en eso. Lo que tenemos es un Robin retratado a la fiel descripción el personaje en el libro, que sólo actúa de esta manera. Nos habría encantado ver algo más.

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